Desde la primera impresión todo fue un éxito, el empaque, el diseño de los chocolates y el sabor. La persona que recibió quedo totalmente a gusto, es tanto que no quería comerlos por lo bien que se veían. Para comerlo le hacia un proceso especial, los apreciaba y disfrutaba intensamente del sabor.
Y también es de anotar que para uno como persona que los regalo, la satisfacción fue plena ya que fue un gran detalle lleno de emociones y sabores.